Diana Pardo

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Habitat III: un camino hacia ciudades más sostenibles

La vertiginosa urbanización y el acelerado crecimiento demográfico que ha experimentado América Latina en los últimos años conlleva enormes desafíos en materia de sostenibilidad. Los gobernantes se han visto en la necesidad de responder a los problemas de movilidad, espacio público, hacinamiento, degradación ambiental, inseguridad, exclusión social, desigualdad y pobreza característicos de las grandes y medianas urbes.

Se proyecta que en 20 años el 90 por ciento de la población en América Latina y el Caribe vivirá en las áreas metropolitanas. Esto, desde luego, constituye una voz de alarma, y de ahí la relevancia de buscar compromisos y planificar para el corto, mediano y largo plazo.
Desde hace un tiempo la comunidad internacional se ha embarcado en la búsqueda de soluciones a estos problemas derivados del crecimiento poblacional y a los retos que representa en materia de sostenibilidad. Se han celebrado varias cumbres y se ha llegado a acuerdos importantes cuyos compromisos cada día más se convierten en planes de acción con metas concretas e indicadores medibles. Cada vez hay mayor conciencia por parte de los gobiernos y de todos los sectores de la sociedad de que está en nuestras manos hacer algo para conservar el medio ambiente y proteger los recursos para generaciones futuras.

En este contexto, Quito se prepara para ser anfitrión de la conferencia Hábitat III, uno de los encuentros internacionales más importantes sobre desarrollo urbano, donde se congregan gobernantes, organismos multilaterales, académicos, urbanistas, arquitectos, ambientalistas, economistas, entre otros, para avanzar en la planificación de una Nueva Agenda Urbana destinada a construir ciudades sostenibles e inclusivas en los próximos 20 años.

La celebración de Hábitat III en Quito no es coincidencia. En los últimos años Ecuador ha avanzado en la modernización y desarrollo del país. La conferencia recibe a sus invitados con un nuevo aeropuerto inaugurado tan solo hace tres años. El sector turístico, que es también un motor clave para el desarrollo sostenible, ha evolucionado con un enfoque de promoción del cuidado ambiental y con una conciencia del impacto social y económico que se genera sobre las comunidades.

Los compromisos que resulten de Hábitat III, y su implementación activa, permitirán que América Latina pueda contar con ciudades más sostenibles, donde toda la población pueda ejercer sus derechos libremente, donde sus necesidades básicas sean satisfechas, donde niños y niñas puedan contar con una educación de calidad, y donde las mujeres sean reconocidas, respetadas y tengan espacio de participación. Ciudades libres de pobreza, seguras, con empleo para los jóvenes, con transporte público eficiente, y con economías inclusivas y respetuosas del medio ambiente.

Para lograr un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de los habitantes es necesario fortalecer las políticas públicas para mejorar la gestión urbana. Adicionalmente es fundamental establecer alianzas y actuar de manera colaborativa. Los gobiernos solos no pueden hacerles frente a los retos de sostenibilidad y desarrollo sin el concurso decidido del sector privado, la sociedad civil y los organismos multilaterales.

En ese sentido, el apoyo financiero del Banco Mundial y otros organismos regionales como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), son clave y refuerzan el compromiso global para avanzar en la construcción de espacios urbanos sostenibles. Suena como una panacea, pero con una estrategia global como la contemplada en la Nueva Agenda Urbana y el esfuerzo colectivo de los actores involucrados es posible lograrlo.

Publicado en el Nuevo Herald, Octubre 11, 2016