Viaje al origen. Cocina autóctona en el corazón de Portugal
Gonçalo Queiroz nunca se imaginó que acabaría siendo chef. Pensó que seguiría una carrera de mercadeo, eso esperaban también sus padres, pero en un momento en su vida en que estaba trabajando como bartender, empezó a darse cuenta de los platos que pasaban de la cocina a las mesas y se interesó por conocer que había detrás de ellos. Creció en Barreiro y llegó a Evora, un hermoso pueblo medieval en el centro de Portugal en la región de Alentejo, siguiendo al amor de su vida: Eugenia, quien es hoy su esposa.
Me interesó su historia porque tuve la suerte de cenar con mi familia en su restaurante Origens y fue una experiencia única. Me sedujo el ambiente, la exquisita comida a base de ingredientes frescos, naturales, autóctonos. Los vegetales parecían estar recién sacados de la tierra, y los pescados y mariscos recién pescados. El pan estaba caliente, fresco, crujiente. Los vinos maravillosos.
Gonçalo decidió estudiar gastronomía en Evora, y al terminar trabajó en Portugal un tiempo, se entrenó en España y luego fue jefe de cocina en el restaurante del Sheraton en Dubai. Desde hace 3 años tiene su propio restaurante en una de las pintorescas calles de Evora, que es además pueblo patrimonio de la humanidad.
Evora es el mejor sitio del mundo para vivir, según Gonçalo. La calidad de vida para él es muy importante y allí vive tranquilo con su esposa e hijos, y, sobre todo, está cerca de los mejores productos que ofrece la tierra para su cocina.
Gonçalo conoce los sabores y platos tradicionales de la cocina portuguesa y los transforma con un toque de modernidad y mucha creatividad, en compañía de su equipo. Desde que abrió el restaurante ha querido que la experiencia de sus clientes sea como un viaje al origen. Por eso trabaja únicamente con productos locales, apoyando a los campesinos. Tiene un gran respeto por la naturaleza y el menú del restaurante sigue el ritmo de la tierra y sus cosechas. Dependiendo de las estaciones, crea diferentes recetas, lo que resulta en un cambio de menú constante.
Los sábados por la mañana viaja por los alrededores en busca de los mercados campesinos. Compra vegetales y frutas frescas y sabe que son locales porque no son uniformes, todos tienen distintos tamaños, formas y colores, no son como los que se ven en los grandes supermercados. Los vinos que ofrece también son de la región de Alentejo. Su esposa es sommelier y ella es quien recomienda que vinos tomar con cada plato. En Alentejo hay ocho vinos con Denominación de Origen, y al viajar por la carretera se pueden apreciar distintas variedades de viñedos y bodegas que están abiertas para visitar y hacer degustaciones.
Gonçalo es parte de una nueva generación de chefs portugueses que valoran los productos locales y comparten experiencias entre ellos mismos. Han desarrollado un grupo de confianza que los inspira a todos y los motiva a innovar y avanzar. Gracias a eso la cocina portuguesa es cada vez más reconocida en el mundo.
A la gente le gusta ir al interior de Portugal a probar los vinos, y la gastronomía está siendo parte importante de esa experiencia, dice Gonçalo.
Los portugueses disfrutan de la buena mesa y la comida es para ellos un punto de encuentro con la vida misma, con los orígenes, la tierra, los amigos y la familia. Es parte de su identidad y es motivo de celebración, de conversación, de hospitalidad. Gonçalo, en su restaurante, hace que los comensales gocen de esa deliciosa experiencia.