El paraíso literario está en Madrid

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Madrid tiene muchos encantos que la hacen una de las ciudades europeas más atractivas: las grandes avenidas arborizadas, los parques, los museos, los restaurantes, el comercio, y la gastronomía.  Cuenta además con excelentes librerías y tiene una de las ferias del libro más atractivas del mundo. Lo que no me imaginaba, es que en Madrid descubriría el paraíso literario.

En la Cuesta de Moyano, una calle empinada de tan solo unos 200 metros que se extiende desde el final del Jardín Botánico hasta la estación de Atocha, presidida por una estatua de Pio Baroja, me encontré con todo un mercado literario al aire libre.  Treinta casetas de libros, algunas con presencia permanente de sus dueños, otras con jóvenes que atienden el negocio mientras sus dueños están en otros quehaceres.  Cada caseta tiene una característica especial: libros viejos, postales, grabados, últimas novedades; libros de filosofía, política, historia, cocina, cine, teatro, música y por supuesto literatura y poesía. Es el lugar perfecto para que los amantes de los libros pasen una tarde entera buscando libros raros, únicos, ediciones antiguas, primeras ediciones, con ilustraciones que son piezas de arte. La riqueza patrimonial que significa esta calle llena de libros para Madrid es enorme.

Para los que quieren hacer rendir su bolsillo hay mesas paralelas frente a las casetas con ofertas y saldos increíbles, al estilo de los vendedores de libros del Sena, en París.

En este paraíso literario conocí a Fernando Plaza, el propietario de la caseta 6, “La Clásica”. Desde los 11 años está en la Cuesta, cuando acompañaba a su padre, quien desde 1925 adquirió la caseta especializada en libros antiguos. Fernando la tiene desde 1940, cuando la heredó de su padre, pues sus otros tres hermanos eran funcionarios públicos en ese entonces y poco les interesaba mercadear con libros.  Para él, en cambio, los libros han sido su pasión desde que era un niño, a pesar de que no ha leído todos los que guarda en la caseta (tiene alrededor de 5,000 libros). No alcanza la vida entera para hacerlo.  Se concentra en sus autores favoritos: Garcilaso de la Vega, o Camilo José Cela. Su esposa también le ayuda en el negocio, ha sido un proyecto de vida que les ha permitido hacer lo que les gusta.

Cuando uno está viajando y su pasión son los libros, sabe que tiene que sacrificar parte del equipaje a cambio de poder tener espacio en la maleta para llevarse algunos. Yo ya había cumplido mi cuota pues hacía unos días había estado en la feria del Libro, en el Parque del Retiro. Pero ante semejante descubrimiento tenía que aprovechar, a pesar de la mirada de mi esposo que a lo lejos parecía suplicarme que no me entusiasmara demasiado. Seguramente el terminaría cargando con la maleta después. En un lugar mágico como este uno nunca sabe lo que puede encontrar.   Dentro de mis descubrimientos lo más especial fue una selección de Las Mil y una Noches, con bellísimas ilustraciones de Kenneth Denard Dills.  Cargaría con él en la mano de ser necesario.

Si están de visita en Madrid, no duden de ir a esta hermosa calle que cuenta ya con casi 100 años de letras, de historia y cultura, y donde todo el año es una feria del libro. ¡A por libros!

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